Cada vez más gente se preocupa por proteger su salud y la de sus seres queridos. Uno de los hábitos más importantes para lograrlo es mantener una buena higiene tanto personal como en el hogar y en los objetos que utilizamos a diario. Para ello, una de las herramientas más útiles es el desinfectante.

¿Por qué es importante desinfectar los objetos personales?

Los objetos que utilizamos a diario como las llaves, el móvil, las gafas, la ropa, entre otros, pueden estar en contacto con muchas superficies y personas distintas durante el día. Por ello, es muy importante desinfectarlos regularmente para evitar la propagación de gérmenes, bacterias y virus.

El COVID-19, un virus altamente contagioso, ha hecho que cada vez haya más concienciación sobre la importancia de limpiar y desinfectar los objetos personales. Pero no solo se trata de luchar contra el coronavirus, hay muchos otros patógenos que pueden causar enfermedades e infecciones, y que pueden circular en nuestra vida cotidiana.

¿Qué es un desinfectante?

Un desinfectante es un producto químico cuyo objetivo es eliminar o reducir el número de microorganismos presentes en una superficie de contacto, como mesas, suelos, paredes, utensilios, objetos personales, etc. Los desinfectantes se utilizan para prevenir la propagación de enfermedades y, por ende, proteger la salud y el bienestar de las personas.

Existen diferentes clases de desinfectantes, desde los más suaves hasta los más fuertes y corrosivos. Entre ellos encontramos:

• Cloro
• Alcohol
• Peróxido de hidrógeno
• Ácido peracético
• Fenol o cresol

Aunque los desinfectantes son muy útiles, es importante recordar que algunos de ellos pueden ser dañinos para la salud si se usan incorrectamente o en exceso. Es importante leer atentamente las instrucciones del producto antes de usarlo.

¿Cómo usar un desinfectante en los objetos personales?

En primer lugar, es importante elegir un desinfectante que sea adecuado para el tipo de objeto a desinfectar. Para los objetos personales que no son susceptibles de mojarse, como las gafas, el móvil o las llaves, se pueden utilizar productos con base de alcohol. Estos desinfectantes se evaporan rápidamente, secan rápido y no dañan los objetos. Basta con aplicar un poco de desinfectante en un paño o toalla de papel y frotar suavemente por toda la superficie.

Para objetos como la ropa, las toallas o los zapatos, es mejor utilizar un desinfectante que no sea tan corrosivo. Puedes utilizar productos como el peróxido de hidrógeno o el fenol. Estos productos no dañan los tejidos y eliminan los gérmenes y bacterias de manera efectiva.

Es importante recordar que el uso de desinfectantes no sustituye la limpieza con jabón y agua. Antes de desinfectar cualquier objeto, es importante limpiarlo con agua y jabón para retirar la suciedad y los residuos que puedan haber quedado en la superficie.

¿Cuándo es necesario desinfectar los objetos personales?

Es importante desinfectar los objetos personales con regularidad, especialmente en tiempos de pandemia. Es recomendable hacerlo cuando se ha estado en contacto con más de una persona, después de salir a la calle, de hacer la compra o de estar en el transporte público. También es importante desinfectar los objetos cuando se sabe que han estado en contacto con superficies contaminadas o con personas enfermas.

En el caso de los objetos que se comparten con otras personas, como los auriculares o los cepillos de dientes, es especialmente importante desinfectarlos después de cada uso. Esto ayudará a evitar la propagación de bacterias y virus entre distintas personas.

Conclusión

Los desinfectantes son una herramienta indispensable para mantener una buena higiene tanto personal como en el hogar o el lugar de trabajo. Desinfectar los objetos personales puede ayudar a prevenir la propagación de enfermedades y proteger la salud de las personas.

Es importante elegir el desinfectante adecuado para cada objeto y utilizarlo correctamente para evitar daños en los objetos o en la salud de las personas. Además, es fundamental tener en cuenta que los desinfectantes no reemplazan la limpieza con agua y jabón, sino que son una medida complementaria.

Con unos pocos hábitos saludables y la utilización de los productos adecuados, podemos proteger nuestra salud y la de nuestros seres queridos de manera efectiva.